Barcelona (España) 05 de septiembre (MCI Colombia) – A los taxistas no les salen los números. La ausencia de turismo en Barcelona y la disminución de los desplazamientos internos por motivos profesionales les ha dejado sin gran parte de su clientela habitual. Los movimientos internos de vecinos de la ciudad en taxi no son suficientes para alimentar la flota de más de 10.000 vehículos amarillos y negros. Entre ellos cunde el desánimo y el día que consiguen una carrera hasta el aeropuerto de El Prat o algún municipio de la costa ya se dan con un canto en los dientes.
La facturación ha caído un 60% respecto al mes de febrero según los cálculos del Institut Metropolità del Taxi (Imet), un porcentaje que el sindicato mayoritario del sector, Élite Taxi, eleva hasta el 80% si lo compara con el mes de julio del año pasado. Su portavoz, Tito Álvarez, considera la situación como “el peor momento de la historia del taxi”. Aunque lo cierto es que lo peor puede estar por llegar.
“No tiene sentido tener a tantos miles de taxis en la calle cuando no hay trabajo”, lo sufren igual sus compañeros de Madrid, donde ya están todos circulando desde hace semanas. Los principales sindicatos y organizaciones de taxistas reclaman que la flota con permiso para trabajar se reduzca al 50% cada día durante el mes de septiembre, como si fuera fin de semana. De esta manera habría menos coches en la calle y, por pura estadística, el día de trabajo sería un poco más provechoso, sin pasarse horas esperando en las paradas como les está sucediendo actualmente.